martes, 14 de abril de 2015

Derechos Humanos, Paz, Seguridad... y algunas minas antipersona.


La mañana de nuestro tercer día se ha concentrado en la última parada del tranvía 15: ONU y Comité Internacional de la Cruz Roja. Antes de comenzar las visitas, hemos hecho una parada en la Place des Nations para hacer las fotos de turno: unas junto a la silla "mutilada" que nos recuerda que debemos seguir luchando por la eliminación de las minas antipersona y otras en la puerta de las Naciones Unidas.

Tras las fotos y un breve paseíto, hemos llegado a la Sede de la ONU sobre las 11 de la mañana. Tras pasar los controles de seguridad (un señor muy amable de Badajoz es quién nos ha recibido en el control) y sacar las entradas, hemos comenzado la visita a la hora prevista con Mónica. Hemos tenido la suerte de poder repetir con ella pues fue quien nos acompañó también el año pasado, y será difícil que nos olvidemos de su sonrisa y de su carácter tan abierto y espontáneo. Sólo ha hecho falta un breve saludo, nada más girarse todos los chicos han comentado: "¡¡Pero qué simpática!!" A lo largo de una hora y media hemos recorrido los pasillos de la segunda sede más importante (después de NYC) de la Organización más grande del Mundo. Hemos aprendido el porqué de su creación, qué países la integran, qué es el Consejo Permanente, cuáles son los idiomas oficiales que se hablan en sus pasillos, cuáles son sus salas de conferencias más importantes, qué personajes ilustres pasean por el edificio... Y también hemos hablado de presupuesto. ¿Sabéis con cuánto dinero cuenta cada año la ONU? Con nada más y nada menos que 2 mil millones de dólares. Como nos hemos quedado con la boca abierta, Mónica nos ha dicho: "No es tanto dinero... porque, ¿sabéis cuánto se gasta a nivel mundial en la industria de la guerra anualmente? 800 MIL MILLONES DE DÓLARES: con ese dinero, se mantendría la ONU durante 65 años. Y ha sido entonces cuando se nos ha caído el alma a los pies. Sin embargo, hemos cerrado la visita con experiencia positiva en una sala muy especial: aquella en la que se firman los tratados de paz y que fue regalo del Estado Español en el año 1935. Hemos aprendido que España es uno de los países que más colabora con la Organización a nivel económico; y hemos podido apreciarlo en la preciosa Sala Alianza de Civilizaciones, cuya preciosa cúpula fue diseñada por Mikel Barceló. Para los que aún guarden algún recelo sobre los 10 millones de dólares que costó, debéis saber que la mayor parte del dinero lo pusieron empresas privadas. En cualqiuer caso, parece que la polémica sigue abierta. En cualquier caso, nos hemos quedado con el buen sabor de boca al conocer la gran labor que realiza la ONU en tantos ámbitos y aspectos de la vida internacional, y hemos aprendido que, a pesar de que su labor es puesta en tela de juicio muchas veces, contar con su existencia propicia la paz y la convivencia armónica entre países.

Hemos terminado la mañana comiendo en la cafetería de los trabajadores de la Organización y por supuesto, pasando por la tienda de regalitos. Sobre las 14:30 estábamos listos para cruzar la calle y dirigirnos hacía el Comité Internacional de la Cruz Roja... Pero para saber qué hemos hecho, tendréis que leer la siguiente entrada. ¡¡Os dejamos algunas fotos!!





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